A pesar de que México se encuentra dentro de las economías más importantes del mundo de gran atractivo para los inversionistas, su potencial se ve limitado debido a la debilidad institucional que se traduce en la desconfianza de los ciudadanos hacia el sistema de impartición de justicia.
Arturo Beteta del Río, dirigente de la Coparmex metropolitana, dijo que de acuerdo a la más reciente encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública, en 2014 en México se registraron 22.8 millones de víctimas de delitos, entre robo, fraude, extorsión, amenazas, lesiones y secuestros.
Lo que se traduce a que la tasa de incidencia delictiva por cada cien mil habitantes fue de 41 mil 655, cifra similar al 2013.
«En otras palabras, hubo 22.8 millones de víctimas con 33.7 millones de delitos, es decir, 1.5 delitos por víctima», resaltó.
En más cifras, la extorsión sigue siendo el segundo delito más frecuente, alcanzando el 23 porciento del total de los delitos ocurridos durante el año pasado. De esta encuesta, resaltó, el líder patronal, resulta muy preocupante la cifra negra, en los delitos no denunciados. El año pasado 9 de cada 10 delitos a escala nacional no se denunciaron.
La encuesta del INEGI estima que los principales motivos que llevan a no denunciar son circunstancias atribuibles a la autoridad, a la confianza. «Más del 60 por ciento de los ciudadanos que no denuncia es porque lo considera una pérdida de tiempo, por falta de confianza en la autoridad, trámites largos y difíciles o miedo a la extorsión en la mitad de un proceso de denuncia.».
Beteta del Rió, puntualizó que para los empresarios es preocupante el impacto que tiene para los negocios y la actividad económica este clima de debilidad institucional y desconfianza en la justicia.
