
Alrededor de 325 millones de personas en todo el mundo padecen hepatitis B o C, aunque un porcentaje bajo lo saben, así lo dio a conocer la Organización mundial de la Salud.
Debido a que la mayoría de la población no está sometida a análisis y no tiene acceso a los tratamientos, millones de personas están en riesgo de desarrollar una enfermedad crónica, indicó la OMS.
Cada año el virus de la hepatitis mata a 1.34 millones de personas una cifra comparable a las muertes causadas por la Tuberculosis y el SIDA.