En los últimos meses se han incrementado los casos de dengue en México y Centroamérica, sobre todo en las regiones con un clima cálido y húmedo.
El dengue o también llamada fiebre quebrantahuesos, es una infección vírica que se transmite de los mosquitos a las personas. Los primeros síntomas son; dolor de huesos intensos, dolor y pesadez en los ojos, erupción en la piel(muy parecida al sarampión), náuseas y vómito.
Los científicos descubrieron que en vez de eliminar a los mosquitos portadores del dengue, es mejor combatirlos a través de su misma especie.
Por lo que, han criado a otros mosquitos llamados Aedes aegypti, haciéndolos portadores de una bacteria llamada Wolbachia que bloquea la transmisión del dengue. Cuando se reproducen, transmiten la bacteria a su descendencia, reduciendo futuros brotes.
La organización sin fines de lucro Programa Mundial del Mosquito (WMP, por sus siglas en inglés) es pionera en esta técnica y lleva más de una década implementándola en una docena de países.
Con más de la mitad de la población mundial en riesgo de contraer dengue, la Organización Mundial de la Salud (OMS) sigue de cerca cada uno de estos procesos, por ejemplo el caso del país centroamericano, Honduras.
En Honduras, que registra unos 10.000 casos anuales de la enfermedad. Por ello el WMP se ha aliado con Médicos sin Fronteras (MSF) para liberar unos nueve millones de mosquitos en seis meses.