Cada vez que ingerimos algún alimento degustamos el sabor, el aroma y lo hacemos con base en nuestro conocimiento gastronómico, sin embargo, es probable que nunca lo hagamos pensando en el origen de cada ingrediente.
Uno de esos ingredientes que es fundamental en muchos de los platillos de la cocina mexicana es el tomate, el cual es uno de los ingredientes que nuestro país ha aportado al mundo.
Al respecto la Ingeniero Elia Del Carmen Veléz Hernández, jefa del Departamento de Investigación Hortícola, en el Instituto de Investigación y Capacitación Agropecuaria, Acuícola y Forestal del Estado de México (Icamex), refiere que si bien, la investigación sobre el tomate es muy amplia, se continúan realizando trabajos respecto a las plantas nativas.
«Lo que estamos haciendo es evaluar muestras que se colectaron en toda la República (…) Son colectas que la gente ya cultiva, que se dan es su parcela, en su medio, en su hambito normal, que no son plantas domesticadas«, afirmó.
De las 25 líneas de tomate evaluadas en una primera etapa, ocho fueron de interés económico para una segunda etapa, dónde se registra su comportamiento en ambientes diferentes.
«A final de cuentas, lo que buscamos son es encontrar nuevos frutos con nuevas condiciones, con nuevas características, y encontrar alguna que pudiera ser viable para el productor por varas cosas, por el sabor, por sus características organoelepticas, por su tamaño, por su peso, pero también por si resistencia a plagas o enfermedades y condicio es climáticas» detalló.
Se pretende que de las líneas cultivables, al colocarlas en el mercado, se tenga la garantía de que el tomate se replique tal cual se encontró en el estudio.
Una de las especies nativas del estado de México se encuentra en San Felipe Tultitlán, municipio de Nopaltepec, dónde si bien la planta no es nueva, al ser nativa no se ha investigado, y corre el riesgo de perderse; está planta por cierto, ha mostrado que a cerca de cuatro semanas de haber sido cortado el fruto, éste solo muestra deshidratación pero no signos de pudrición; por lo que afirmó que la domesticación de plantas para la alimentación continúa con el objetivo de que los productores tengan variedades más saludables.
