Es matemáticamente imposible detener el envejecimiento en los organismos pluricelulares como los humanos, así lo aseguran científicos de la Universidad de Arizona.
Este proceso podría ser detenido sólo si se eliminaran aquellas células ligadas al envejecimiento y que funcionan con deficiencias, mientras se mantiene intactas al resto, señalan los científicos.
Los especialistas señalan que el envejecimiento se da cuando las células reducen su rendimiento y comienzan a perder funciones, por ejemplo las del cabello que dejan de fabricar el pigmento que les da color.
Pero al mismo tiempo otras aumentan su crecimiento y son las que generan cáncer, aunque se mantengan sin causar síntomas, por lo que si se actúa sobre las células de pobre funcionamiento, las cancerosas proliferan, y si se actúa sobre éstas entonces las de bajo rendimiento se acumulan. Es decir, no se puede actuar sobre ambos grupos al mismo tiempo.
La conclusión de la investigación es que el envejecimiento se puede retrasar pero no detener.
