El proyecto de ciclovía que se ha impulsado en la vialidad Isidro Fabela, en la capital del Estado de México, representa un primer paso y cumple con las expectativas que, desde el sector social, se tenían para iniciar un proceso de educación vial y movilidad sustentable, señaló Carlos Mendieta, presidente de Fundación Tláloc.

Indicó que lo que se ha puesto en marcha es resultado de las mesas de diálogo e interlocución entre los diferentes colectivos, la sociedad civil, las autoridades y el sector comercial. Esto incluye la habilitación de espacios de estacionamiento y las conexiones que se están estableciendo de manera paulatina hacia el Tren Interurbano México–Toluca.
Sin embargo, explicó que el proyecto es perfectible, y que esto podrá evaluarse una vez que se realicen mediciones específicas sobre su uso, resultados y el respeto que se le brinda a estas vías. Señaló que no se trata únicamente de infraestructura, sino también de una serie de factores que mejoran su funcionamiento.
Aclaró que no basta con la infraestructura ciclista: se requiere complementar con señalización horizontal y vertical, infraestructura peatonal, así como proyectos de educación vial.
Uno de los factores determinantes para medir el éxito de este proyecto, subrayó, será observar un cambio en los hábitos de movilidad de la población. Cuando las personas prefieran caminar, usar la bicicleta o algún otro medio alternativo por encima del automóvil o el transporte público, significará que la ciudad es más amigable y que ofrece condiciones adecuadas de seguridad e iluminación para atender a la ciudadanía en esta materia.
Agregó que otro aspecto que debe considerarse es el marco regulatorio en torno a este tipo de infraestructura, que permita un tratamiento integral del tema.