Las autoridades del Instituto Cervantes y de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) se han reunido este miércoles en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara (FIL) con una meta ambiciosa: convertir al español, el cuarto idioma más poderoso del mundo, en una lengua de ciencias.

Así lo ha explicado el director del Cervantes, el escritor Luis García Montero, antes de firmar con el rector de la UNAM, Leonardo Lomelí, un acuerdo conjunto para crear lo que han llamado el Observatorio del Español para Latinoamérica y el Caribe. García Montero ha explicado que este proyecto forma parte de una organización más grande, el Observatorio Global del Español, que se puso en marcha entre el gobierno español y la comunidad autónoma de La Rioja, en el norte del país, donde surgieron las glosas cuando el latín comenzaba a desaparecer como lengua y se tenían que adecuar vocablos para nombrar ciertas cosas.
Un proyecto similar al que se ha puesto en marcha con la UNAM funciona ya en la Universidad de Harvard para estudiar el uso del español en Estados Unidos, donde la lengua avanza imparable, con más de 40 millones de hablantes.
La idea del nuevo proyecto también es analizar el uso del idioma en este país, pero también en el resto de Latinoamérica y el Caribe, porque cada país tiene sus propios vocablos o expresiones locales.