Durante los periodos vacacionales, es común que niños y niñas experimenten un aumento de peso, registrando entre 1.5 y 2 kilogramos adicionales. Esta situación se atribuye principalmente a un mayor consumo de azúcares y a un estilo de vida más sedentario, según lo señalado por Marcela Sánchez Delgado, nutricionista del Hospital General Regional 251 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).

Sánchez Delgado enfatizó la relevancia de la actividad física en los menores como medida preventiva contra el sobrepeso y la obesidad, especialmente en vacaciones, cuando el tiempo frente a pantallas como televisores y celulares tiende a incrementarse.
La especialista del IMSS hizo un llamado a padres y madres a priorizar alimentos de origen natural, sugiriendo la inclusión de verduras crudas y frutas como naranjas, pepino y zanahoria en la dieta de los niños.
Además, la nutricionista desaconsejó los ayunos intermitentes en menores y la realización de ejercicio sin una adecuada nutrición previa. En este sentido, recomendó que los niños siempre realicen tres comidas principales acompañadas de dos colaciones a lo largo del día.
De acuerdo con datos de los consultorios del IMSS, cuatro de cada diez niños presentan sobrepeso u obesidad. Si bien esta cifra es significativa, la proporción es aún mayor en la población adulta, donde siete de cada diez personas se ven afectadas por estas condiciones.