México tiene grandes retos en materia de inclusión laboral para las mujeres, una política que podría ser el eslabón clave para la recuperación económica del país, de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo , el equilibrar la participación en la economía de las mujeres podría incrementar hasta en 15 puntos porcentuales el Producto Interno Bruto del país, es decir 8.3 millones de mujeres incorporándose a la vida económica del país en los próximos ocho años.

De acuerdo con un estudio realizado por el Instituto Mexicano para la Competitividad, el Estado de México se ubica en la posición 23 en el ambiente laboral para las mujeres en el país, con apenas 37.6 puntos de 100 posibles, en este sentido 30 de las 32 entidades de la República se encuentran reprobadas en la materia.
Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, refirió que se hace indispensable el que las autoridades y la iniciativa privada trabajen de manera conjunta en la creación de políticas públicas y la definición de incentivos para la contratación de mujeres, esto es: equilibrar las condiciones de acceso a puestos de liderazgo, terminar con la brecha salarial, que actualmente alcanza un 19% en el país y establecer mecanismos en que las mujeres puedan llevar una vida familiar y económica en equilibrio.
“El bienestar de la población inicia cuando tenemos políticas públicas que incentivan la contratación de las mujeres, que les ofrecen puestos de liderazgo y que sientan las bases para que el impacto que representan en la economía y en la sociedad alcance su verdadero potencial”
Sauza Martínez refirió que no se trata solamente de un ejercicio de conciencia y responsabilidad, sino también de rentabilidad, pues se ha demostrado que aquellas mujeres que dirigen una empresa incrementan hasta en un 60% la productividad de la misma y mejora en el ambiente laboral.
Aseguró que además de acciones en materia social y cultural, pues al momento las mujeres desarrollan hasta un 76% más de trabajo en el hogar que los hombres y de acuerdo con la OIT en América Latina las mujeres han tenido complicaciones significativas para reincorporarse a sus puestos de trabajo tras el inicio de la pandemia, donde la tasa de desocupación alcanza el 12.4%, mientras que para los hombres es de apenas el 8.3%