El índice inflacionario en el país alcanzó el 7.88% durante la primera quincena de junio, lo que representa la cifra más alta de las últimas dos décadas pero además una señal de que la política anti inflación y contra la carestía planteada por el Gobierno Federal no ha dado los resultados esperados.
Gilberto Sauza Martínez, presidente del Consejo de Cámaras y Asociaciones Empresariales del Estado de México, refirió que más allá de buscar el que el sector empresarial haga un auto control de la escalada de precios, se debe hacer un análisis de cuáles son las condiciones específicas de cada producto o servicio para poder conseguir negociaciones que beneficien tanto a las empresas como al consumidor final.
“Es momento de que el Gobierno Federal observe cuáles son las razones por las que estamos cayendo en una inflación, no se puede tomar a la ligera y solo mencionar que es porque el empresario está subiendo sus precios. Se necesita hacer un análisis completo y visualizar si el alto porcentaje de las alzas es por el tema logístico y en consecuencia cuál es y de qué productos y hacer una estrategia puntual”.
Refirió que el incremento en las tasas de interés planteado por el Banco de México ha permitido incentivar el ahorro y con esto regular la sobre demanda que se tiene de ciertos productos a nivel nacional e internacional, condición que también se explica por el retorno a las actividades productivas y prácticamente total de la población.
De manera que la estrategia debe estar orientada a buscar el fortalecimiento de las unidades económicas, de la cadena de suministros a nivel local y el abasto de bienes que momento han escaseado.
La condición no es sencilla toda vez que si la inflación se mantiene elevada en el cuarto trimestre de este año la pobreza en el país podrían incrementarse en 1.3puntos porcentuales de acuerdo con la Comisión Económica para America Latina y el Caribe, lo que significa que 1.6 millones de personas podrían caer en condición de escasez.
