El crecimiento en el índice de inflación alimentaria que se experimentado durante los últimos meses, afecta de manera directa y principalmente a la población que tiene ingresos más limitados a nivel nacional.

Aún cuando al mes de mayo el índice inflacionario se ubicó en 4.42 por ciento, la inflación para los alimentos supere el 21 por ciento, lo que pone en serias dificultades a las personas que tienen como ingreso al salario mínimo y en las cuales hasta el 70 por ciento de los ingresos mensuales que perciben son destinados a bienes básicos, específicamente alimentos y transportes.
Salvador, Mendoza, presidente del Instituto Mexicano de Ejecutivos de Finanzas, en el estado de México, señaló que el primer punto que se aplica, es que las personas dejan de consumir algunos bienes, como puede ser carne, bebidas carbonatadas, adquirir servicios que no sean básicos o sustituir algunos de los bienes que tenían dentro de sus hábitos o dieta.
Con un incremento en precios de hasta el 20 por ciento, las personas pueden dedicar entre el 90-95 por ciento de sus ingresos totales, sólo a la adquisición de alimentos, lo que pone sería presión a buena parte de la población.
Explicó que adicional a esto hay que considerar temas como los problemas de inseguridad, el costo del transporte, las condiciones de tratados internacionales con Estados Unidos y una serie de factores que han encarecido al proceso de producción.
De tal suerte que el llamado es a controlar la situación a través del Banco de México, y en este caso evitar reducciones a la tasa de interés
“Lo que tiene el Banco de México que es su objetivo es controlar la inflación, la tasa de interés no estarla bajando hasta que estén seguros que el tema de la inflación, se tiene más controlado porque así se detiene el consumo de ciertos rubros por qué el dinero está más caro”.
Señaló que uno de los riesgos que se tiene es caer en un estado de deflación, es decir, la conjunción entre un nivel de inflación alto y un nivel de crecimiento bajo lo cual afecta prácticamente a toda la población y limita las posibilidades de crecimiento y generación de nuevas inversiones y empleo para el país.
Al momento, una de las prioridades es el control inflacionario, que si bien afecta la totalidad de las personas, tiene un impacto mucho más significativo en aquellos que ganan menos.