La Secretaría de Cultura inició formalmente las actividades del «Quinto Sol, Solsticio de Invierno», con el recital «Acordes que Construyen», el cual corrió a cargo de la Orquesta Sinfónica Mexiquense (OSM).
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contratenor Pedro Kóminik (Foto: Cortesía).
Con importante respuesta por parte del público mexiquense en la Sala de Conciertos Felipe Villanueva, Rodrigo Macías, director de la OSM abrió el recital con un programa de lujo interpretando un popurrí de Consuelo Velázquez.
Teniendo como invitado especial al contratenor Pedro Kóminik, quien enfatizó laimportancia de retomar las canciones que surgieron en 1950, tras la Segunda Guerra Mundial, las cuales nacieron con el objetivo de fortalecer los lazos de humanidad e identidad; Kóminik inició su participación con la melodía Así, así de Julio Gutiérrez,
seguido de Mambo Italiano de Bob Merrill y Over the rainbow de Harold Arlen y Yip
Harburg, explicando entre melodías la importancia de la renovación con el Solsticio de
invierno.
Posteriormente interpretó, Temptation de Tom Waits, Cry me a river de Arthur Hamilton y Danzones de Lara. El cantante mexicano compartió con los presentes que en México en los años 50 un ícono de la música fue «Tin Tan», y cantó Todos quieren ser un gato jazz.
Para la última parte del recital, se explicó que la historia del México prehispánico ha tocado a muchos artistas en el mundo y Kurt Weill fue uno de ellos, con la melodía Youkali, que habla de un lugar mítico donde todo podría estar bien.
Los presentes disfrutaron también de melodías como Amorcito Corazón de Pedro de Urdimalas y Manuel Esperón, canción que se hiciera popular en voz de Pedro Infante y Non, je ne regrette rien melodía que en la voz de la francesa Edith Piaf alcanzó la cúspide, y que habla de iniciar desde cero y mantener el pasado, en el pasado.
Al cierre de la velada, después de una vuelta al mundo con diversos autores y géneros
musicales, Kóminik invitó a los presentes a recuperar las tradiciones, a recuperarnos a
nosotros mismos, a extender la mano a todos, a los amigos y enemigos, ya que sólo así, se volverá a tener un solo país y puso ritmo a la velada con Chica chica bum chic de Harry Warren y Marck Gordon, interpretación que puso a aplaudir al público.