La menstruación digna no es un lujo, es un derecho fundamental y hay que garantizarlo, aseguró la Diputada del Partido Acción Nacional en la LXII legislatura mexiquense, Alexia Dávila Sánchez, al presentar la iniciativa para adicionar una fracción al artículo 76 de la Ley de Educación del Estado de México, a fin de reconocer el derecho a solicitar justificación de inasistencias por motivos de salud menstrual.

Recalcó, que durante mucho tiempo la menstruación ha sido un tema tabú y se ha caído en que exista silencio, vergüenza y la peligrosa normalización del dolor. «Hemos convertido un proceso biológico natural en una barrera invisible que limita el acceso a la educación, la salud y la dignidad», enfatizó la legisladora.
Por ello dijo, hablar de salud menstrual es hablar de justicia, equidad y derechos humanos, ya que existen municipios en la entidad en la que niñas y adolescentes viven en condiciones de alta marginación y asisten a escuelas sin agua potable o baños dignos, lo cual agrava la salud menstrual.
La dismenorrea o dolor intenso que puede llegar a ser incapacitante, afecta a más del 70 por ciento de las estudiantes en algún momento de su vida escolar, y en un porcentaje significativo de casos, los síntomas son de tal magnitud que interfieren en la concentración, la movilidad y la participación activa en las actividades educativas.
A pesar de esta realidad, la legislación educativa vigente en el Estado de México no contempla la posibilidad de justificar las inasistencias derivadas de la salud menstrual.
Si bien la Ley de Educación del Estado de México, en su artículo 76, reconoce de manera detallada los derechos de los educandos, asegurando que se favorezca su pleno desarrollo, la igualdad y la no discriminación, dentro de este catálogo aún no se encuentra el reconocimiento de un derecho fundamental para miles de alumnas: el de justificar sus inasistencias por motivos de salud menstrual.
Incorporar este derecho no implica otorgar privilegios ni excepciones injustificadas, sino eliminar una barrera estructural que afecta a un sector de la población estudiantil de manera recurrente y natural.
La propuesta presentada por la Diputada Rocío Alexia Dávila y el coordinador parlamentario del albiazul, Pablo Fernández de Cevallos González, tampoco ampara el uso de fármacos sin control médico sino que busca garantizar el derecho al descanso y a la atención médica cuando el dolor incapacita.
Con esta reforma, se establece un marco jurídico que permitirá a las instituciones educativas del Estado de México garantizar a las estudiantes la posibilidad de ausentarse de clases durante los días en que los síntomas menstruales resulten incapacitantes, sin que ello derive en sanciones, pérdida de evaluaciones o discriminación. De igual forma, la propuesta contempla que, en caso de coincidir las ausencias con evaluaciones u obligaciones escolares, las estudiantes tengan derecho a solicitar su reprogramación conforme a lineamientos que establezca la autoridad educativa, asegurando un equilibrio entre el derecho a la salud y la continuidad académica.
La aprobación de esta iniciativa tendrá un efecto positivo en la permanencia escolar, reducirá la discriminación, contribuirá al bienestar integral de las alumnas y fomentará un entorno educativo más inclusivo, empático y respetuoso de la dignidad humana. Además, constituye una medida congruente con las obligaciones nacionales e internacionales del Estado de México en materia de derechos humanos, educación y salud, y coloca a la entidad a la vanguardia en la promoción de la igualdad de género en el ámbito educativo.


