En las naciones que mantienen la agricultura como principal actividad económica existe una mayor prevalencia a la desnutrición, causada por la inseguridad alimentaria en el hogar, regularmente asociada con los niveles de pobreza, señalaron en conferencia, los universitarios Francisco Javier García Lavalley y Daniel Choperena Aguilar del Centro Universitario Zumpango de la Universidad Autónoma del Estado de México.
Al hablar sobre “El papel de la inseguridad alimentaria domiciliaria en las enfermedades crónico no transmisibles”, trabajo con el cual obtuvieron el tercer lugar en el Primer Congreso Internacional de Enfermedades Crónico Degenerativas y de Rezago, organizado por el Centro de Investigación en Ciencias Médicas de la UAEM, los universitarios indicaron que la inseguridad alimentaria en el hogar (domiciliaria) tiene un impacto importante en el estado de salud.
Aunado también, dijeron, a factores individuales como el sexo, la actividad física y ocupación, además de que en la mayor parte de los hogares estudiados no existe un acceso a todos los servicios básicos (drenaje, luz eléctrica y gas) y tienen un nivel educativo bajo.
Al estudiar a una población de 500 adultos de los municipios de Hueypoxtla, Jilotzingo y Tequixquiac, García Lavalley y Choperena Aguilar establecieron la diferencia entre el subconsumo alimentario y la inseguridad alimentaria.
“El primero ocurre cuando en una comunidad no se producen los alimentos necesarios, debido a causas endógenas o externas, es decir, la falta de fuerza de trabajo, la falta de condiciones climáticas y económicas; en tanto, el segundo tiene que ver con la falta de accesibilidad a estas, debido a un nivel elevado de pobreza o alguna enfermedad que limite las actividades para producir o adquirir algún alimento de la canasta básica”.
En un nivel más general, advirtieron Francisco Javier García Lavalley y Daniel Choperena Aguilar, la inseguridad alimentaria está asociada con problemas de vulnerabilidad social, inequidad y desigualdad social, que tienen su origen en las asimetrías del desarrollo.
Como parte de este trabajo, los universitarios estimaron el índice de inseguridad alimentaria en el hogar, la presencia de enfermedades crónico degenerativas y el Índice de Masa Corporal (IMC) mediante una encuesta; el nivel socioeconómico se evaluó a partir de un análisis multidimensional de la pobreza, establecido en el que se obtuvo del coeficiente de correlación entre IMC e ingreso de activos en el hogar, así como el índice de concentración de la pobreza/riqueza en los tres municipios.
