El gobierno federal, en voces del secretario de Marina y del propio Presidente de la República, responsabilizó ayer a sexenios anteriores del clima de inseguridad que vive el país.
En un discurso ante personal naval, el presidente Felipe Calderón dijo que en el pasado se ignoró e incluso se pretendió administrar la delincuencia en lugar de enfrentarla con determinación, lo que trajo consecuencias funestas para el país.
Aseguró que nunca se había dado una ofensiva frontal contra el crimen organizado como la que libra su administración.
En una ceremonia de entrega de reconocimientos a marinos, el mandatario mencionó que la delincuencia se había convertido ya en una verdadera amenaza para las instituciones y la tranquilidad de los mexicanos.
La población, agregó, está pagando las consecuencias de lo que no se hizo ayer. Calderón afirmó que su gobierno “no negociará jamás” con los grupos criminales, a los que combate sin distingo alguno. En su intervención, el secretario de Marina, Francisco Saynez, ratificó las afirmaciones del Presidente. Dijo que la delincuencia organizada “operaba impunemente” en una situación que no podía ser tolerada más.