Se ha pensado, inicialmente, para facilitar las duras condiciones de vida de los soldados, aunque también puede utilizarse en la sanidad.
En diferentes entornos laborales, como los de sanidad, es indispensable contar con ropa higiénica e incluso desinfectarla cada poco tiempo, y para facilitar este asunto, investigadores han creado una ropa capaz de matar virus y bacterias al contacto.
Así lo han conseguido investigadores de la Universidad de Alberta que están trabajando en telas autodescontaminantes que puedan ajustarse bien a la línea de producción y a todo tipo de uniformes.
“Queremos tomar la tecnología del laboratorio y ampliarla para que sea eficiente y compatible con los procesos de fabricación a nivel industrial, lo cual es un gran paso”, señala la investigadora principal Patricia Dolez, científica textil en la Facultad de Agricultura, Ciencias de la vida y ambientales.
Esta investigación cuenta con una subvención de casi 1 millón de dólares de fondos del programa de Innovación para la Excelencia y Seguridad del departamento de Defensa Nacional.
Esta tela especial tiene un acabado que hace uso de N-halaminas, que son unos compuestos que pueden matar bacterias y virus, todo de forma rápida y eficiente, y lo mejor de todo es que se puede injertar fácil en los textiles.
Se trata de un compuesto que ha sido más pensado para los uniformes como el que llevan los soldados, bomberos, paramédicos o aquellos trabajadores de hospitales.
“Esta solución podría aplicarse a cualquier tipo de ropa de protección, incluso a las máscaras faciales, lo que presenta una forma adicional de ayudar a los socorristas a mantenerse saludables y seguros”, afirma Dolez.
Están creando, por otra parte, un sistema de recarga necesario para reactivar el acabado, y sería básicamente sumergiendo la prenda en soluciones líquidas concretas.
Como dijimos, la tela está más pensada para prendas profesionales, como las que pueden llevar los soldados, dado que en este tipo de campos no suelen contar con acceso a lavadoras o agua corriente, por lo que podrían llevar una prenda que no solo les permita poner una barrera contra virus y bacterias, sino también favorecer los condiciones difíciles en dichos entornos remotos.
“Queremos desarrollar un sistema que ocupe un espacio mínimo, que no sea voluminoso ni pesado, que no deba realizarse con frecuencia y que pueda aplicarse con facilidad. Podría ser un polvo o un líquido”, comentan.
Para conseguir su propósito, los investigadores se han asociado con Logistik Unicorp Inc, que se dedican a gestionar cadenas de suministro para una gran variedad de clientes corporativos y gubernamentales que usan este tipo de ropa de protección.