Estos trastornos se dividen en dos cuadros: depresión resistente o refractaria. Este último, de acuerdo a la especialista Lucía Amelia Ledesma Torres, Neuropsicóloga Clínica adscrita al Servicio de Psiquiatría en la División de Neurociencias del Centro Médico Nacional (CMN) “20 de Noviembre” del ISSSTE, puede tener mejoría con la colocación de un marcapasos cerebral.
Hasta el momento el ISSSTE ha beneficiado a 15 pacientes con este padecimiento subrayó la doctora Ledesma, especializada en Psicoterapia Racional Emotiva Conductual en el Instituto Albert Ellis de Nueva York, y en Psicopatología y Estimulación cognitiva del daño cerebral por la Universidad Complutense de Madrid.
El protocolo para ellos incluye una evaluación de psiquiatras, psicólogos, neuropsicólogos y otros especialistas vinculados a las neurociencias, quienes, en un Comité Interdisciplinario, dictaminan si se trata de un caso de depresión resistente o refractaria.
En México, hasta el 20 por ciento de la población adulta puede estar experimentando un trastorno depresivo que, de no atenderse oportunamente, sus consecuencias podrían ser mortales.
La depresión es un trastorno del estado de ánimo caracterizado por la manifestación de tristeza casi todo el día, al menos durante dos semanas; puede ser leve, moderada o grave y extenderse a través del tiempo.
Sus causas son biológicas, psicológicas y sociales. Las primeras tienen que ver con un descontrol en los principales neurotransmisores (Serotonina y dopamina) vinculados al estado de ánimo, y su factor es hereditario. Las psicológicas están relacionadas con la personalidad, y en las sociales entran las dificultades económicas, laborales o familiares que se suscitan prácticamente en la vida de todo individuo.
Es la división de Neurociencia en donde se atiende a derechohabientes con depresión refractaria (resistente a múltiples tratamientos).