Tras sufrir COVID-19, las principales secuelas que deja la enfermedad es la pérdida del olfato y gusto, problemas psicológicos como depresión y angustia, así como dificultades respiratorias.
Óscar Flores, director del Hospital General de Toluca del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, indicó que para ello como institución trabajan en un plan de trabajo para dar seguimiento a cada uno de estos pacientes.
El objetivo dijo es dar atención a dichas secuelas, pues han detectado que afecta la parte laboral de los trabajadores.
Mencionó que por ahora siguen trabajando al 50 por ciento de su capacidad, cuando previo a la pandemia atendían en promedio 750 consultas externas por día.
Reconoció que la atención médica dentro del Hospital General de Toluca del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado, se vio reducida durante la pandemia de COVID-19, pese a ello las atenciones por problemas renales y oncologicos no se vieron afectadas.