La caza furtiva de dos jirafas de Kordofan en peligro crítico por año podría resultar en la extinción en solo 15 años dentro del Parque Nacional Bénoué de Camerún sin intervención.

Una de las últimas poblaciones de jirafas de Kordofan vaga por el Parque Nacional Bénoué de Camerún en África y las estimaciones actuales indican que quedan menos de 50 individuos en el parque. La Sociedad Zoológica de Bristol ha estado trabajando para conservar este mamífero altamente amenazado desde 2017.
Si bien la caza furtiva se menciona con frecuencia como una de las causas de la disminución de la población, la evidencia sigue siendo en su mayoría anecdótica, con poca investigación sobre su impacto general. Los cazadores ilegales matan a las jirafas por su carne, pero también por su piel, huesos, pelo y cola, que son muy valorados por algunas culturas.
Investigadores de la Escuela Veterinaria de Bristol y la Sociedad Zoológica de Bristol trataron de analizar la eficacia de diferentes intervenciones de medidas de conservación. El equipo comparó las intervenciones contra la caza furtiva, la suplementación de la población y la protección del hábitat.
Su modelo encontró que la eliminación de una jirafa macho y una hembra cada año daría como resultado un tiempo promedio de extinción de solo 15,3 años. La caza furtiva de jirafas hembra tuvo un impacto más significativo en la viabilidad de la población que la de los machos.
Los hallazgos del equipo confirman que la gestión de la conservación debe priorizar el fortalecimiento de la actividad contra la caza furtiva existente junto con la protección de los corredores de vida silvestre para ayudar a la dispersión.