El Juzgado cuarto familiar del Distrito Judicial de Cuautitlán México lleva a cabo un círculo de restauración, que busca solución de fondo al problema que enfrentó por muchos años un matrimonio, ahora divorciado y con procedimiento de violencia.
El objetivo es lograr la sana convivencia entre padres e hijos, más allá del aspecto jurídico que ya está resuelto, indicó el juez Jorge Vega Valencia.
El juzgador señaló que durante el juicio se declaró la existencia de violencia familiar y como parte de la sentencia se estableció la realización de 6 sesiones obligatorias de restauración familiar y las voluntarias que resulten.
El matrimonio duró 17 años, tiempo en el que procrearon dos hijos – de 18 y 6 años- ella sufría maltrato psicológico y físico, hasta que decidió denunciarlo y se inició un procedimiento tanto en lo penal como lo familiar. En esta última materia, el juez ordenó diversas medidas de protección a la víctima, entre ellas, la restauración.
Vega Valencia indicó que no se pretende que reanuden su relación como pareja sino que se lleve a cabo la reintegración familiar, a través de la reeducación y el reconocimiento del problema.
Subrayó que se trata de un proceso novedoso en primera instancia en el Poder Judicial del Estado de México, en el cual el juez está presente, participa, escucha y dialoga con las partes. Es así como el juez “no solo dicta sentencia sino también se interesa en que se resuelva el problema de fondo”.
Durante la segunda sesión del círculo de Restauración que se llevó a cabo en el Centro de Mediación, Conciliación y Justicia Restaurativa del Poder Judicial en Cuautitlán México, la mediadora María del Socorro Tovar Vargas y el juez Vega Valencia interactuaron con la ex pareja, a quienes se les aclaró que una de las características de la mediación es la confidencialidad; además que, con este círculo se busca superar lo vivido y mejorar como seres humanos en beneficio de sus hijos.
La mediadora les explicó la importancia de tener ayuda para la sanación de las heridas; les adelantó la posibilidad de realizar reuniones individuales para trabajar a fondo la sanación en un proceso de duelo, negociación y aceptación, y señaló que para ello se requiere tiempo, que es necesario pues la relación familiar seguirá por toda la vida.
En este sentido el juez acotó que las reuniones permitirán que ambos identifiquen qué los hiere y qué los incomoda, en favor de la convivencia futura.
Vega Valencia informó que en lo que va del año en su juzgado se han atendido 820 asuntos en general, de los cuales 130 son divorcios, y puntualizó que de 100 personas que están en un conflicto de divorcio, solo cinco logran recuperar la relación matrimonial.