La acción casual

0
815

Los taxis de Toluca circulación estos días con una leyenda de rechazo a las medidas publicadas en la Gaceta del Gobierno del 20 de marzo, que los obliga a instalar medidas de seguridad en sus unidades.

Los taxistas piensan, desde luego, en lo que les costará instalar videocámara de vigilancia, botón de pánico y geoposicionador satelital.

El arriba firmante piensa que serían herramientas innecesarias si los deberes gubernamentales se cumplieran. Me refiero a los de la seguridad.

Una eficiente y constante labor policiaca haría innecesaria la videocámara, el botón de pánico y el GPS, porque la delincuencia sería fortuita.

Pero no.

Hace unas semanas contaba que en un tramo de Paseo Colón, entre Paseo Tollocan y Las Torres, se realizan unas ya prolongadas obras de remodelación de la banqueta. Así que el carril derecho de la circulación se acordonó para el tránsito de peatones, pero se convirtió en estacionamiento, a pesar de los señalamientos que prohiben aparcar vehículos. Lo señalo porque en varios momentos a lo largo de las últimas dos semanas han aparecido en la zona oficiales de tránsito para impedir el estacionamiento en el carril confinado y en doble fila.

Pero igual que en la tarea de seguridad, se trata —como en muchas otras acciones de gobierno— de acciones esporádicas.

Hechos que pintan a la administración público como un servicio que se realiza de manera aislada. Que responde a un momento y hasta a un hecho ocasional, ajeno al ejercicio constante y regular. 

Obligaciones gubernamentales cumplidas de vez en cuando. La acción casual hecha algo crónico. Que termina por costarle al ciudadano, y no sólo económicamente.

Comentarios

comentarios