Empieza la cuenta regresiva. En 30 días dejan su cargo los 125 alcaldes del estado de México. Obtuvieron por su labor, cada uno, un promedio mensual de cien mil pesos, durante tres años, que suman tres millones 600 mil pesos.
A esa cantidad se agregan las prestaciones económicas, como el aguinaldo anual y otras relacionadas con el uso de vehículos oficiales para su traslado y pago de equipos de comunicación; además de los eventos en los tuvieron acceso a desayuno, comida o cena con cargo al erario público.
Ahorrados, barriga y bolsillos llenos se llevan los ediles y eso hablando de datos estimados porque la mayoría, más de 90, dieron carpetazo al tabulador del Consejo de Valoración Salarial y cuando se les preguntó vía Transparencia, lo que ganaban, omitieron o falsearon información.
Y no olvidemos que con los alcaldes se van los regidores y directores de área; todos ellos acogidos un trienio por el presupuesto de gobierno, en sus gastos cotidianos y con un muy buen sueldo.
Que si es injusto o improcedente, no les importa. Ellos ya se van y están contando los días para irse.