En correspondencia con las medidas del sector salud para evitar la propagación de casos de influenza entre la población mexicana, la Arquidiócesis de México recomendó desde el fin de semana prescindir de uno de los ritos litúrgico más importantes en la iglesia Católica: el saludo de la paz. En su lugar propuso inclinar el cuerpo. En tanto, a los enfermos de influenza se les exhortó no acudir a misa.
Por otra parte, el sector salud ha pedido que no se asista a actos masivos o participe en aglomeraciones.
Las medidas sanitarias traen a la mente el año 2009 y la pandemia de influenza de gripe H1N1. En ese entonces se pedía a la población rehuir al contacto de manos y darse besos, pero además se establecieron filtros de alumnos a las entradas de las escuelas para detectar enfermos y se exigía usar gel antibacterial y cubrebocas.
En esta ocasión las disposiciones son menores toda vez que el sector salud parece tener en claro la forma de contagio de esta enfermedad: mediante contacto humano por falta de higiene personal.
La recomendación hoy es esta: lavarse las manos regularmente y evitar el intercambio de partículas en forma de gotas que fluyen mientras hablamos, tosemos o estornudamos.
