Ahora que se confirmó que en México y concretamente en Santa Catarina, Nuevo León, habrá una planta de Tesla, han salido a la luz datos interesantes.
Por un lado, se dice que la producción serán vehículos de próxima generación, se trabajará con proveedores cercanos para reducir costos de transporte y tiempos de paro y la generación de empleos será cercana a 35 mil.
Por otro lado, la factoría implicará una inversión entre 5 mil y 10 mil millones de dólares, con lo que superaría los montos para la construcción de otros sitios de fabricación en la última década.
En todo el proceso de fabricación se utilizará agua tratada y reciclada, incluso en la pintura de los automóviles.
Esta es quinta megaplanta de la compañía en el mundo, que se suma a sus cuatro ‘gigafábricas’ que operan actualmente, dos de ellas en Estados Unidos (Texas y Nevada), una en Shanghái, China y otra en Berlín, Alemania. Los planos ya están listos.
Se trata del anuncio de inversión más importante en el sexenio y probablemente en la historia de México. Con todo lo anterior que ver qué dicen las otras automotrices instaladas en el país de lo que esto les representa: autos más modernos, sustentabilidad y globalización.
Al respecto, es de señalar que México cuenta desde hace años con un corredor automotor a nivel internacional. Es el séptimo productor de vehículos —por encima de Brasil y España— y quinto exportador en el mundo.