La justicia no toma el camión: denunciar no sirve

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  • Por Sarahi Rojas, Elda Tello, Ana García y Jessica Mireles, estudiantes de la carrera de Comunicación de la Universidad Autónoma del Estado de México (UAEM)

6 mil 80 asaltos al transporte público de pasajeros se han registrado en lo que va del año, y solo un aproximado de 263 personas han sido detenidas por vinculación a este delito, lo que significa que se sanciona apenas al cuatro por ciento de casos, de acuerdo con cifras de la Fiscalía General de Justicia. Por su parte, habitantes del Valle de Toluca dudan de la efectividad de las autoridades para combatir este delito.

Son frecuentes los asaltos en el transporte público (Foto: Archivo).

“Se subieron como cualquier otro, pagaron el pasaje y de repente dijeron que nos agacháramos todos. Empezaron a pedirnos lo que traíamos. Fue un momento de nerviosismo e incertidumbre. No sabíamos que iba a pasar, yo lo único que pensé es que se lleven mis cosas pero no me hagan nada”, relató Catalina Vieyra, víctima de asalto en el transporte público de la línea Colón Nacional, en San Lorenzo Tepaltitlán, agosto del 2016.

Aproximadamente 17 unidades de transporte público son asaltadas diariamente en el Valle de Toluca. El último reporte de una de las principales líneas de autobuses víctima de robo, AUT, registró para abril del 2017 quince robos a sus distintas unidades, sobre todo en rutas que se dan entre Toluca y Metepec, superando incluso a los autobuses Flecha Roja. Y a pesar de que las cifras de este delito aumentan, son pocas las victimas que denuncian, pues el proceso se vuelve engorroso y muchas veces no procede.

Es el caso de la propia Catalina quien reconoce que no denunció porque está convencida de que “la justicia no te hace caso y la acusación no sólo es pérdida de tiempo, sino que es un desgaste, porque solo sigue aumentando la delincuencia”.

Asimismo, la mayoría de los casos se presentan de manera similar, con el mismo modus operandi: “los delincuentes, se movilizan en carros, se suben como pasajeros y cuando se bajan, alguien en un carro sin placas ya los está esperando para poder huir sin ser atrapados”, comentó Germán Hernández Martínez, administrador de transportes Urbana.

Por su parte, Graciela Martínez, estudiante de Pedagogía de 24 años de edad, cuenta que a inicios de octubre del presente año, alrededor de las seis y media de la mañana, en la delegación de San Lorenzo Tepaltitlán, cerca de la fábrica de Ricolino, cuando se dirigía a su trabajo en un camión de la línea Colón Nacional, tres hombres abordaron el camión como cualquier otro pasajero. 

Uno se sentó al frente, el otro en medio y el último en la parte trasera. Minutos después, los hombres se levantaron de su lugar y el chofer apagó la luz. Gritaron para avisar que era un asalto y cada uno de los sujetos comenzó a quitarle sus pertenencias a los demás pasajeros, pidiéndoles que sacaran bolsas, mochilas y todas las cosas que traían. Al finalizar su cometido, advirtieron que no podían bajarse en el mismo lugar que ellos y finalmente abandonaron la unidad.

El transporte público de todo el estado es frecuente víctima de los delincuentes (Foto: Archivo).

Germán Hernández: “Los asaltantes solo van por el dinero y las cosas, por eso las pistolas no suelen ser reales o algunas solo tienen balas de goma. En caso de serlo, solo llevan dos balas y no buscan matar o algo así… Si golpean es por el nerviosismo. Su forma de operar es siempre la misma, se suben dos o tres, se levantan y hacen como que piden parada pero solo es para amenazar al operador y a la gente”, comentó

“Una persona que quiso resistirse, fue amenazada con que le iban a dar un disparo, uno de ellos accionó el arma hacia fuera en la puerta trasera del camión para asustarlo”, relató Graciela Martínez.

¿Y dónde están las autoridades?

“La delincuencia, los actos delictivos y la problemática de la sociedad va mucho más rápido que la legislación, es decir, todo se va haciendo muy rápido. Surgen nuevas formas de delinquir, de extorsionar y todo ese tipo de cosas. Y hasta que se da cuenta la autoridad de cómo están funcionando, se hacen las iniciativas y tiempo después se ponen en práctica”, aseguró Gabriel Barreto, secretario técnico de la diputada María de Lourdes Garay Casillas que preside la comisión de comunicaciones y transportes de la LX Legislatura.

“Las leyes van muy atrasadas para el paso que lleva la delincuencia, al menos en el Valle de Toluca. Delinquir no sólo se ha vuelto el pan de cada día sino que la normalización del hecho también”. Agrega que la persecución de los delincuentes ha sido difícil, ya sea porque hay corrupción o porque la misma legislación permite regresar a la calle al asaltante a delinquir.

De acuerdo con el Artículo 290, fracción XVIII del Código Penal del Estado de México, las sanciones a las que son acreedoras las personas que cometen el delito de robo en el transporte público consta “de nueve a quince años de prisión y multa de uno a tres veces el valor de lo robado”. Sin embargo, muy pocos de los delincuentes son castigados por los crímenes que cometen.

Gabriel Barreto considera que “la ciudadanía tiene miedo; no tiene confianza en las autoridades porque piensa que ir a levantar una denuncia es una pérdida de tiempo y que cuando agarran a los delincuentes no se hace justicia”. Ante esta situación la policía se ve imposibilitada a abrir una carpeta de investigación que dé seguimiento a las actividades de los delincuentes y sus actos quedan impunes. En esta línea, la legislación que opera actualmente en el Estado de México permite que las lagunas (en la ley) sean aprovechadas y que los delincuentes puedan salir en 24, 48 o 72 horas. 

En tanto, un intento por combatir este delito, se creó el operativo de revisión “Viaje Seguro”, el cual consiste en detener de manera aleatoria a las unidades de transporte para poder revisar a los pasajeros y al conductor, con la finalidad de detectar armas punzocortantes o de fuego con las cuales se pudiese cometer un asalto. Este sistema fue implementado en diferentes vialidades de los 125 municipios del Estado de México.

A pesar de que la población acepta estas medidas, se debe tener en cuenta que no es posible que las autoridades cubran diariamente a todas las unidades que circulan por el Valle de Toluca, por lo que se está expuesto a este tipo de delitos y las consecuencias que estos pudieran generar. Para esto, existe el “seguro de pasajero”, que protege al vehículo asegurado, al conductor y a los pasajeros ante situaciones imprevistas que podrían afectar su integridad física.

El panorama cotidiano del transporte en Toluca (Foto: Especial).

Germán Hernández afirma que “el seguro cubre de todo tipo de lesiones en caso de que haya, y la empresa está obligada a dar el servicio siempre que el pasajero lo exija”.

Para esto, es obligación de todo ciudadano estar informado para así poder saber que hacer en estos casos y sobre todo, denunciar para que este hecho no se normalice y mucho menos se quede impune.Para perseguir un delito es necesario que exista una denuncia, esta dicotomía establece una relación bidireccional entre las autoridades y la sociedad civil, todos juegan un papel importante a la hora de impartir justicia. Denunciar es tu derecho, úsalo.

“El desconocer la ley te vuelve vulnerable, al igual que disminuye el éxito de la prevención y combate del delito; esto hace que la población no participe en conjunto con nosotros y que no se puede proceder con las investigaciones requeridas”, comentó Alonso Guerrero, primer oficial de policía.

“Aunque el proceso sea súper ineficiente, tedioso y poco fructífero, no deja de ser necesario. Pienso que la mayoría (de las denuncias) no proceden precisamente porque no se les da seguimiento y a la primera señal de que el proceso va a ser largo se abandona”, relató Antonio.


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