Los niños que fueron alimentados durante los primeros tres meses de vida con leche materna tienen mejores valores en capacidad aeróbica, niveles de colesterol, inflamación y presión sistólica.
Científicos de la Universidad del País Vasco, aseguran que los bebés que son amamantados por la madre durante sus tres primeros meses de vida, tienen 6 por ciento menos riesgo cardiovascular, por lo que se reducen las posibilidades de mortalidad infantil.
Entre otros beneficios de la lactancia materna es que los bebés al llegar a la adolescencia son más sociables porque la leche materna mejora el desarrollo del cerebro, aumentando el intelecto, además de reducir el estrés y proteger a los bebés de enfermedades infecciosas y crónicas.
El estudio sugiere que la lactancia materna aporta múltiples beneficios a la salud a largo plazo y que las ventajas persisten en la edad adulta.