La luz amarilla del semáforo

0
157

¿Cuándo fue la última vez que te pasaste un semáforo en amarillo?, ¿sentiste correr la adrenalina, diversión, miedo, susto, indiferencia, alivio, culpa o arrepentimiento, ansiedad, estrés? Los que más ignoran la luz amarilla son los conductores de vehículos pesados, aquellos que van a alta velocidad, los impacientes y apresurados y quienes que transitan sobre el carril derecho.

Y no ayuda que en México, mayoritariamente, no hay multas específicas por pasar un semáforo en amarillo lo que hace que no se respete.

La luz amarilla del semáforo tiene antecedentes que se remontan a principios del siglo XX, cuando se buscaba mejorar la seguridad vial mediante señales de tránsito más efectivas. Se tiene que el primer semáforo con luz amarilla es de 1920, con William Potts, un oficial de policía de Detroit, que añadió la el amarillo como señal de precaución. Esto permitió a los conductores anticipar el cambio de la luz verde a roja. El color amarillo fue elegido por su alta visibilidad y su asociación psicológica con la precaución y la advertencia. También porque era fácil de reconocer y permitiría a los conductores anticipar cambios en las condiciones del tráfico.

Así que, aunque cueste aceptarlo, cruzar en amarillo aumenta el riesgo de accidentes especialmente si otros conductores no esperan que alguien cruce. Y los accidentes por esta razón son comunes; corresponden a errores de conducción o decisiones imprudentes. Y la responsabilidad recae en el chofer que no se detuvo. La luz amarilla es pues un elemento crucial para la seguridad vial.

Educarnos sobre seguridad vial es básico para que como conductores comprendamos la importancia de respetar todas las señales de tráfico, incluidos los semáforos.

Empecemos hoy mismo a valorar la señal del semáforo amarillo como una advertencia vital que nos protege a todos en el tráfico.

Comentarios

comentarios