Este fin de semana, la Orquesta Sinfónica del Estado de México realizó dos conciertos, el primero en el municipio de Atizapán de Zaragoza y el segundo en la ciudad de Toluca. En ambas presentaciones, el solista invitado fue William Harvey, concertino principal de la Orquesta Sinfónica Nacional y el primer estadounidense en ocupar el cargo de concertino de la Orquesta Sinfónica Nacional; es un destacado violinista, compositor y director de orquesta.
Al lado del mexicano Héctor Infanzón, William Harvey obtuvo en 2021 dos nominaciones al Latin Grammy por la grabación del Concierto para violín y orquesta – Remembranzas. A lo largo de su carrera, Harvey ha colaborado con orquestas de diversos países y ésta fue la segunda ocasión que forma parte de los conciertos de la Orquesta Sinfónica del Estado de México y lo hizo con el Concierto para violín en Sí menor de Edward Elgar. En entrevista para Así Sucede, William Harvey explicó que ésta es una obra épica que representa el viaje de un individuo con muchas dudas y autocríticas que consigue confiar y creer en sí mismo. Además, destacó que aunque Edward Elgar fue un compositor inglés, la dedicatoria de esta obra lo escribió en español.
“Un dato interesante de esta pieza es que Edward Elgar fue inglés y hablaba inglés pero quiso poner la dedicatoria en español y la dedicatoria dice ‘Aquí está encerrada el alma de …’ y hasta la fecha, la obra fue escrita en 1910, no se sabe a quién fue dedicada, se puede suponer que fue dedicada a un amor escondido quien hablaba español pero sólo es eso, es como adivinar”, explicó.
William Harvey recordó que la primera vez que tocó con la Orquesta Sinfónica del Estado de México fue en 2019 y consideró que la OSEM es una de las mejores orquestas del país.
Al cuestionarle sobre el panorama de la música orquestal en México, el estadounidense consideró que además del apoyo que la música pueda obtener por parte de instituciones gubernamentales, es necesario también hacerlo como proyectos sociales.
“La música clásica en el país goza de muchos años de apoyo del Estado, en mi país nativo que es Estados Unidos se puede soñar con eso (porque) todo el arte es apoyado por el sector privado, por empresas y no por el Estado pero creo que también lo que se puede hacer es tener más enlaces entre músicos de orquestas de grandes ciudades y músicos de comunidades alejadas. Por ejemplo, cada año voy a la Sierra Tarahumara donde regalo violines, suministros musicales a los rarámuris porque el violín es una parte importante de su cultura; apoyo la labor del pianista de la Sierra Tarahumara, Romayne Wheeler. Yo creo que los proyectos sociales es algo que los músicos deben pensar porque la música es algo que nos une, nos conecta, nos recuerda que pertenecemos todos a una familia de seres humanos y es nuestra responsabilidad actuar al servicio de esos ideales de la paz y la hermandad”.