Ya es del conocimiento común que gran parte de la población pasamos horas seguidas o intermitentes viendo el teléfono celular y no reparamos en lo que estamos perdiendo o cómo nos puede afectar. Pero al tratarse de niños el daño ya ha sido estudiado y es a nivel de la vista. La Facultad de Medicina de la Universidad Nacional Autónoma de México descubrió que está avanzando la miopía en infantes por el uso de dispositivos electrónicos.
Los niños no están saliendo a la calle a exponerse a la luz natural que juega un papel importante en el crecimiento de las estructuras del ojo hasta que alcanza el tamaño de un adulto. De esta manera el mecanismo compensatorio es la miopía.
A la larga, se puede presentar el desprendimiento de retina, un tipo particular de glaucoma, además de los gastos que implica una enfermedad no atendida, incluso en grado de invalidez.
Así que, sin importar su edad, los niños tienen que salir al sol al menos dos horas al día y en el caso de los más pequeños o bebés no se les debe poner frente a una pantalla. Para esto, lo recomendable es hasta las cuatro o cinco años y máximo dos horas al día. El argumento aquí es que con uso de la pantalla se reduce el parpadeo que protege al globo ocular y trae como resultado ardor en los ojos.
Asimismo, se recomienda a todos ver la pantalla un rato, descansar y mirar de lejos pudiendo ser el cielo, una nube o edificio. Cuidar de la salud y en especial de los niños es nuestra responsabilidad.
