La participación del Ejército en la ejecución de grandes obras de infraestructura a nivel nacional marca un grave tinte de opacidad en la aplicación de los recursos públicos, pues bajo el argumento de qué son temas de seguridad nacional no se da a conocer el verdadero costo de dichas obras ni los subejercicio que se están generando a nivel nacional en la materia, según la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción.
Francisco Javier Solares Alemán, presidente de la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción, aseguró que al momento cinco de los seis grandes proyectos de infraestructura del país están siendo desarrollados por el ejército, dejando de lado a la iniciativa privada pero además creando una afectación económica, pues estas obras no generan recaudación en Impuesto Sobre la Renta (ISR)
Refirió que desde el inicio de la pandemia la afiliación a la CMIC ha caído hasta en 3 mil unidades económicas, 2500 empresas identificadas han cambiado su giro a lo largo de los últimos dos años al no tener proyectos de infraestructura, por lo que decidieron vender su maquinaria para saldar sus deudas y desaparecieron.
El presidente de los constructores aseguró que a través del Observatorio de la Construcción se ha observado que mucho del subejercicio que se tiene a nivel nacional es justo por las obras que se generan desde el Gobierno.
La participación del Ejército en los proyectos, como Bancos del Bienestar o el aeropuerto de Santa Lucía, existe menor transparencia en el gasto de obra pública.
A dos años del inicio de la pandemia el sector espera que el crecimiento que se conseguirá a lo largo de 2022 será de entre un tres y un 5%, sin embargo es indispensable que las autoridades estatales y municipales apoyen en la asignación de obra con el fin de fortalecer la generación de empleos, al tiempo de hacer un llamado para que la distribución de los recursos sea de manera mucho más equitativa.
“Al momento solamente dos estados de la República están concentrando el 61% del total del presupuesto, lo que deja fuera al resto de las entidades federativas y sus posibilidades de desarrollo de infraestructura.”
El 96% de las unidades económicas que agremian la CMIC son pequeñas y medianas y por lo tanto las principales generadores de empleo a nivel nacional.
En el caso del Estado de México se tiene la delegación más grande de constructores a nivel nacional con más de mil unidades económicas del gremio.
