A raíz de la polémica por la eventual intención del presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, de reelegirse, la lluvia de críticas no ha cesado, inclusive ni con la firma de la carta-compromiso o documento en el que declara que “bajo ninguna circunstancia” buscará su permanencia en el cargo.
A la crítica también se ha sumado el expresidente Vicente Fox quien, al igual que decenas de usuarios de redes sociales, ha expresado que no le cree. Dijo, textualmente, que “tendrían que quemarle los pies al presidente López Obrador para creerle que no se va a reelegir porque el compromiso que firmó no sirve para nada”.
Obviamente, no hay que perder de vista que Fox es un opositor al actual presidente y que le guarda cierto rencor por haberle quitado la pensión de presidente. Sin embargo, también hay que analizar la validez de los dichos de López Obrador pues en la práctica se ha desdicho tan solo en recortes a las universidades, en acusaciones al expresidente Felipe Calderón, en que no sacaría al Ejército a las calles, y en descalificar a la calificadora Fitch Ratings. ¿Por qué no habría de cambiar respecto a su encargo político?
