El 31 de julio pasado la temperatura promedio de la superficie del mar a nivel mundial alcanzó los 20.96°C. La cifra supone el momento más cálido para los océanos desde 2016, cuando se registraron 20.95°C, de acuerdo con los registros del Servicio de Cambio Climático de Copernicus (C3S) de la Unión Europea.
Los datos consideran a los océanos ubicados entre el paralelo 60 norte y sur. Las únicas regiones no consideradas en la medición son las regiones polares. El incremento es resultado de una tendencia sistemática al alza que amenaza a los ecosistemas marinos y la estabilidad de millones de personas que dependen de actividades económicas relacionadas.
Con temperaturas oceánicas cada vez más elevadas, los científicos auguran la muerte de miles de peces y animales marinos, así como un importante deterioro en ese ecosistema. Investigaciones recientes aseguran que el calentamiento de 2°C en los océanos eliminará esencialmente los arrecifes de coral tropicales. Dichas estructuras subacuáticas concentran la mayor diversidad de cualquier ecosistema a nivel mundial y son fuente de sustento para más de 500 millones de personas en el mundo, la mayoría de las cuales habitan en países pobres.
El mundo también está perdiendo su mayor escudo frente al cambio climático. Samantha Burgess, directora adjunta del C3S, dijo en entrevista para diversos medios que “hasta ahora, los océanos han absorbido el 90% del aumento de los gases de efecto invernadero, por lo que actúan como una esponja. Pero no sabemos si eso seguirá siendo así o qué más ocurrirá a medida que los mares se calientan más y más”.