Este lunes 12 de diciembre se realiza una de las celebraciones religiosas más importantes de México, el Día de la Virgen de Guadalupe. Millones de peregrinos llegan a la Basílica para venerar a la imagen.
Para entender el origen de esta veneración es necesario dar un salto en el tiempo y retroceder hasta el periodo de La Conquista de la Nueva España. Fue Fray Bernardino de Sahagún quien realiza los primeros registros de la veneración que el pueblo indígena tenía a Tonantzin en el llamado Cerro del Tepeyac. Tonantzin es una diosa a quien se le considera como “La madre de los dioses”. Con La Conquista y el proceso de evangelización, surge el sincretismo religioso, es decir, la mezcla de diferentes elementos religiosos.
Metztli del Mar Bautista Puga, maestra en Antropología y Estudios de la Cultura, profesora de la Facultad de Antropología de la Universidad Autónoma del Estado de México, señala que con la llegada de los españoles, fue necesario hacer una adaptación entre los dioses indígenas y los santos católicos.
“Era muy difícil para los conquistadores y los evangelizadores quitar un sentido religioso indígena o pedirles a los indígenas que ahora creyeran en los nuevos santos, decirles que toda aquella tradición o toda aquella cosmovisión estaba mal. Al final del día, se tuvo que hacer un proceso de adaptación entre estas tradiciones religiosas y aquí es donde vemos en términos más hegemónicos el pensamiento indígena y el pensamiento católico”, explicó.
A raíz de esto, comienza a registrarse la adaptación de los dioses indígenas con los santos del cristianismo. Así, Tonantzin se transforma en la virgen de Guadalupe.
La especialista explica que la virgen que trajeron los españoles durante el proceso de evangelización fue la virgen de los Remedios. Sin embargo, las características físicas correspondían más al pueblo español que al indígena por lo que fue necesaria la adaptación visual de la imagen para que el pueblo mexicano se identificara con ella.
“Traer a esta virgen como un símbolo, para los criollos era también un problema porque no se representaban en esta virgen. Entonces, esta construcción a través del tiempo de una virgen que tuviese estos elementos indígenas, el color de piel que es fundamental en este proceso de apropiación(…)Históricamente, ya tenemos el vínculo de ser una virgen morena que tiene rasgos indígenas que se aparece en territorio mexicano y que se le aparece a un indio, se le aparece a Juan Diego y simbólicamente Juan Diego representa toda esta población desprotegida mexicana y estoy hablando de la población rural, de la población campesina, de la población indígena que para en ese entonces era mayoría”.
La Independencia refuerza también la imagen de la virgen de la Guadalupe pues su estandarte es utilizado por Miguel Hidalgo para iniciar con la lucha de independencia.
La investigadora explica que de acuerdo con el Nican Mopohua, libro de Antonio Valeriano, fue en el año 1531 cuando ocurrieron las llamadas apariciones de la virgen de Guadalupe. Sin embargo, los registros que hay en la misma Basílica de Guadalupe señalan que el primer espacio donde se coloca una imagen de la guadalupana es la Capilla del Cerrito en el año 1660. En 1737, lo que actualmente se conoce como la Ciudad de México es azotada por la peste matlazáhual por lo que los pobladores piden a la virgen de Guadalupe su intercesión para erradicar la enfermedad y así su imagen se convierte en un símbolo religioso propio de México.
Metztli del Mar Bautista Puga destaca que desde ese momento, las peregrinaciones para dar gracias a las virgen de Guadalupe por haber intercedido ante la peste que azotaba a la región fueron más constantes y poco a poco fue adquiriendo notoriedad en otras partes del país, generando el interés de las personas por conocer a la imagen.
Finalmente, la docente de la Facultad de Antropología de la UAEMex considera que desde un punto de vista antropológico tanto la ciencia como la religión se complementan y la discusión de la veracidad de las apariciones de la virgen de Guadalupe pasa a segundo plano pues en la devoción ya no se cuestiona nada y se toma todo como una verdad.
“Aquí es donde yo digo que ya no se puede discutir si es o no es. Las personas tenemos miedos, tenemos incertidumbre, tenemos pesares y es indudable recurrir a una creencia, en este caso a quién más, en este caso a la virgen de Guadalupe”.
El Episcopado Mexicano informó que a partir de este 12 de diciembre inician las celebraciones con motivo de los 500 años de las apariciones de la virgen de Guadalupe. El día de hoy dará comienzo con la Misa de las Rosas un rosario que se realizará durante los próximos nueve años, es decir hasta el 12 de diciembre de 2031. A este acto se le ha denominado Novena Intercontinental Guadalupana.