Es incomprensible que si ya nos encontramos en Fase 3 o de mayor número de contagios de coronavirus en México, se obligue a asistir a las oficinas de gobierno a trabajadores de dependencias federales y estatales cuya labor no es esencial o se puede postergar.
Ayer mismo el gobernador Alfredo del Mazo dio a conocer que el número de contagios en el estado de México ha crecido de manera acelerada en los últimos días y ello aumenta el riesgo de que se saturen los hospitales. ¿Qué necesidad hay pues de poner en riesgo a empleados gubernamentales en el contacto con otros, posibles enfermemos, durante el tránsito por las calles, el transporte público o las oficinas?
Ya deberían de estar en marcha medidas para mandar a su casa, a cuarentena, al mayor número de personal de gobierno que no es indispensable en este momento y con garantía de que seguirá recibiendo su salario. O, ¿qué se está esperando?
Escucha el comentario de Patricia Maldonado: