La alergias se definen como la respuesta del propio sistema inmune ante organismos que normalmente parecen inofensivos, el cuerpo los desconoce creando anticuerpos. Las alergias suelen desarrollarse desde los primeros años y están relacionadas con factores como la alimentación, el ambiente y algunos medicamentos.
La doctora Teresa Carrasco Mondragón, pediatra adscrita al Hospital de Gineco Obstetricia 221 del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) Delegación Estado de México Poniente, señaló que las alergias se pueden clasificar por edades, en menores de un año generalmente son dermatitis atópicas o digestivas, ya sea de intolerancia a las lactosa o a la proteína de la leche, se caracteriza por vómitos, intolerancia o dermatitis; cuando se introducen otros alimentos, pueden también presentar alergias a estos.
De uno a cinco años, las alergias más frecuentes son las respiratorias, bronquiolitis y el asma no alérgica; se caracterizan por eventos de tos productiva y cuando el moco se exacerba puede obstruir los bronquios.
De cinco a diez años, el asma y la rinitis son las más comunes, mientras que en la adolescencia se presentan generalmente por medicamentos.
La leche materna es primordial en la alimentación y vital para prevenir alergias en los menores ya que provee al cuerpo de inmunoglobulina que fortalece el sistema inmunológico para disminuir la probabilidad de contraer una alergia.
La especialista indicó que la introducción prematura de las fórmulas o la ablactación, puede ser un detonante en los bebés, por lo que se recomienda que hasta los seis meses la alimentación exclusiva sea la leche materna.
Los factores ambientales también intervienen de manera importante, los cambios de clima, la lluvia, exposición al polvo, asimismo el consumo de alimentos procesados que contengan colorantes, edulcorantes, saborizantes artificiales o con conservadores, a temprana edad puede propiciar la aparición de alergias.
La mayoría de las alergias se controlan, algunas pueden desaparecer dependiendo la edad a la que aparezcan, y mientras no se tenga contacto con algún factor desencadenante, como el polvo, el humo de tabaco, además de llevar hábitos saludables que permitan reforzar el sistema inmune ayudando al control y desaparición de alergias.
Concluyó que en caso de presentar un cuadro alérgico, es necesario acudir a su Unidad de Medicina Familiar para que el médico identifique el alérgeno o factor desencadenante, revisar si presenta reacción a nivel cutáneo o respiratorio y dependiendo del caso se administrará el tratamiento adecuado.