La segunda versión del Paquete contra la Inflación y la Carestía presentado por el Gobierno Federal, con el objetivo de contener el incremento en el indice inflacionario durante los próximos cuatro meses, se ve limitado tanto en sus áreas de aplicación como en los efectos reales que podría traer sobre el precio de productos y servicios.
Miguel Ángel Díaz Carreño, profesor investigador de la Facultad de Economía de la Universidad Autónoma del Estado de México, señaló que al momento el verdadero impacto de estas medidas se ha visto por la aplicación de subsidios en el precio del combustible, lo que ha conseguido el contener el índice de inflación hasta en un 4%.
“Es una práctica que ha dejado buenos resultados, aún cuando ha sido muy costoso, de hecho la propia Secretaría de Hacienda calcula que alrededor del 4% es lo que hemos ahorrado de inflación a partir de esta medida de contención en los combustibles.”
Sin embargo las 7 nuevas medidas que anunció el presidente López Obrador en realidad no tendrán un mayor impacto sobre el costo de los productos, por el contrario podría enrarecerse el mercado toda vez que no hay beneficios generalizados para que todas las empresas reduzcan sus costos de producción.
“El haber procedido de manera selectiva en el caso de estas empresas que se dedican principalmente a comercializar alimentos, si puede generar situaciones o prácticas ventajosas para algunas, dado que no se tendría el beneficio para el resto del sector productivo y puede generar distorsiones en el mercado.”
Señaló que la situación puede prestarse a especulación sobre los precios o bien a que simplemente las 15 empresas seleccionadas incremente su nivel de rentabilidad sin que esto se vea reflejado en los precios al consumidor.
Finalmente alertó sobre el riesgo que podría traer la eliminación de la regulación en materia sanitaria, situación que se pudiera prestar prestar a que se desencadena en enfermedades o algún otro tipo de afectaciones a la población.
