Las colillas de cigarro son la primera fuente de basura en el mundo y tardan en descomponerse entre 8 y 12 años, así lo advierte la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR).
La SEPAR señala que cada año se consumen alrededor del mundo 6 billones de cigarrillos y en el 64% de los casos las colillas acaban en las calles, parques, ríos, bosques o playas, lo que equivaldría a unos 4,5 billones de colillas.
A estos desechos se les considera como tabaquismo «de cuarta mano» y son señalados como más contaminantes que los envases de alimentos, botellas y otros plásticos.
La clasificación de tabaquismo es:
- Primera mano – el consumo directo
- Segunda mano – el tabaquismo pasivo
- Tercera mano – los restos que el humo del tabaco deja en zonas donde se ha fumado.
- Cuarta mano – las colillas tiradas en la calle, banquetas o ríos u otros lugares.
Los expertos alertan que las colillas de cigarro son excesivamente contaminantes debido a que los filtros acumulan parte de los componentes nocivos del tabaco y los libera en contacto con el agua, lo que supone una «grave amenaza para la biodiversidad» dado que esta contaminación puede acabar afectando a la cadena alimentaria.
Las colillas pierden un 37,8% de su masa inicial tras dos años de degradación, y se estima que pueden tardar en descomponerse totalmente entre 8 y 12 años.