Aunque no lo creas, las costureras también tienen día para ellas y es hoy. La conmemoración tiene como propósito reconocer su labor y trascendencia en la confexión de prendas.
Quienes conocimos o conocen su entorno saben del ruido y manipulación de las máquinas de cocer, las maneras de insertar los hilos y los movimientos constantes de la tela pero especialmente de lo extenuante de su trabajo y nada favorables condiciones laborales. Las costureras reciben el salario mínimo y trabajan más de ocho horas y, desde luego, no tienen otras prestaciones económicas. Si quieren ingresos extraordinarios, hay que trabajar horas extras.
Su labor implica además, permanecer sentadas durante largas horas, la vista fija;comer lo que sea y rápido pues deben entregar un número determinado de piezas.
Lo que hacen las costureras se ve poco frente a su esfuerzo. Se les tiene que sacar del olvido; de la explotación desenfrenada en que trabajan.
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