Todavía no arranca el periodo de festejos Guadalupe-Reyes cuando dio inicio, para muchos, la parranda.
Desde luego nadie se opone a los deseos de celebrar pues precisamente el cierre de año se caracteriza por las festividades consecutivas.
Además, hay dinero para ello, como en ningún otro mes. Y ciertamente, cada quien puede hacer lo que quiera con su dinero y por su gusto. Incluso morir.
Los accidentes vehiculares aumentan hasta 20 por ciento en diciembre porque hay más vehículos en tránsito, debido el exceso de velocidad a que se maneja y el consumo ilimitado de bebidas embriagantes, según la Cruz Roja.
Sin embargo, nueve de cada diez accidentes se pueden prevenir, lo mismo que acusaciones de homicidio, discapacidades y daños materiales.
Diciembre es un mes para celebrar pero se ha vuelto un peligro al manejar. Conducir ebrio es una elección, como lo que hace cada cual con su vida y la de los demás.