Lavarse las manos

0
494

Dicen que los seres humanos somos incapaces de aceptar nuestras culpas. Los criminales más desalmados son capaces de justificar por qué asesinaron a alguien o por qué cometieron delitos a diestra y siniestra; los responsables de las mayores crisis humanitarias, económicas o políticas suelen proceder de mismo modo, explicando sus decisiones y asegurando que nunca tuvieron la intención de causar algún daño.

Es un comportamiento que está presente en el género humano.

Lo recordé hoy después de leer que muchos analistas afirman que la corrupción será una de las marcas que deje la administración del presidente Enrique Peña Nieto. Y después de escuchar al presidente de la república asegurar que trabajó para erradicar la corrupción.

Pese a todos los escándalos de corrupción, como la Casa Blanca, la estafa maestra, el socavón del Paso Exprés de Cuernavaca, los “moches”, el incremento en el costo de la construcción del tren México-Toluca o el aeropuerto de la ciudad de México, el presidente cree sinceramente que hizo algo contra la corrupción. Y dudo que haya manera de hacerlo cambiar de opinión. Por la simple y sencilla razón de que (casi) nadie se reconoce responsable o culpable.

Me dirán que ahí está su campaña publicitaria en la que hace un mea culpa del gasolinazo o de la Casa Blanca. Y sí, así es: reconoce lo que hizo mal. Pero es no enmienda ni corrije nada. Tengo la impresión de que se trata de lavarse las manos.

Comentarios

comentarios