¿A qué le tienen miedo los diputados cuando se trata de legislar sobre los matrimonios y adopción entre homosexuales?, ¿a que la sociedad conservadora los vea feo?, ¿a que alguna de las religiones que no acepta un vínculo o acción de este tipo los amoneste?, ¿a otro tipo de presiones?
Los legisladores mexiquenses miembros de las comisiones de Gobernación y Puntos Constitucionales de la Legislatura local se ausentarse para evitar dar cauce a las demandas de la comunidad LGBT.
Dejaron ir también la oportunidad de expandir la acción de gobierno en contra de la discriminación sexual, de reducir los delitos de odio por homosexualidad y el reconocimiento a la autodeterminación de género que se derivan de las solicitudes de LGBT.
Asimismo, evidenciaron que minimizan su responsabilidad de asistir a todas las sesiones ordinarias y extraordinarias de la Cámara y en particular de las organizadas por las comisiones a las que pertenecen.
Parece que no tienen clara su labor de defensa de los derechos sociales. Que sus criterios, intereses y promesas para legislar están en otra parte. Que el miedo manda.