Llegada de los Reyes Magos, una oportunidad de los globeros para continuar con el oficio

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Desde hace un año, para los globeros de Toluca, el 14 de febrero y la temporada de graduación, transcurren casi como un día normal, pero ya está cerca la llegada de los reyes magos y con ello, la expectativa de incrementar sus ventas y permanecer en el oficio.

Los globeros instalados en el centro de la ciudad no se rinden. Ni las crisis económicas, ni el desempleo, ni el incremento en el precio de los materiales los hace desistir (Foto: Especial).

Pero los globeros instalados en el centro de la ciudad no se rinden. Ni las crisis económicas, ni el desempleo, ni el incremento en el precio de los materiales los hace desistir para ofrecer un detalle en fechas importantes.

Gabriel Hernández ha preservado una tradición familiar de más de 40 años y mantiene sus esperanzas en las ventas del próximo 4 y 5 de enero, aunque señala que en la actualidad representa un lujo adquirir un globo de helio, cuyos precios van de los 20 a los 180 pesos.

Pero todavía está a la espera de que el año entrante será mejor. Don Gabriel explica que la causa en el aumento desmedido del precio de los globos fue el alza en 2018 de más del cien por ciento en el precio del gas helio.

No sólo la crisis económica ha influido en baja de la venta de globos, también las innovaciones tecnológicas han hecho que los niños pierdan el amor por los juguetes, dice don Gabriel. Pero no por ello insiste en cada día fabricar algunos globos de látex en la máquina de coser que heredó de su papá.

Víctor Mercado Álvarez ha vendido globos desde que tenía ocho años.  Aún recuerda sus recorridos de hace muchos años por las calles de la colonia Independencia, la Sánchez y el mercado 16 de Septiembre y los domingos en el pueblo de Capultitán.

Y es que, dice, la venta de globos comenzó para darle alegría a los pequeños. No deja de pensar en aquéllos días cuando decenas de personas le compraban sus productos en las inmediaciones del parque que se convirtió en la Plaza de los Mártires, donde la alegría de los niños era jugar con un globo de pelota o de figura.

Don Víctor ya cumplió 77 años, pero está sonriente, está feliz en el lugar donde ofrece decenas de globos de gas, de figuras, de sonajas y de pelotas. Cuando le va bien, alcanza a vender hasta 50 piezas. Se gana poco, afirma, pero da para vivir: “gracias a Dios, no ganamos mucho pero sacamos para comer”.

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