Este fin de semana dio inicio la venta de luces navideñas en los negocios en pequeño en Toluca. Y cómo pasarlo desapercibido pues la variedad de colores, habituales y fosforescentes, deslumbran a cualquiera junto con los movimientos rectos o circulares y la velocidad que llevan.
Las luces son la principal decoración de la temporada y las vemos en edificios públicos, centros comerciales y nuestras casas desde la azotea, la fachada, el jardín, las rejas, la puerta, la sala, el árbol, el nacimiento, la cocina, la recámara y el baño.
Las figuras y formas de las series de luces son interminables como el sonido que las acompaña: «We whish you a merry Christmas», pista de la canción en inglés, y Campana navideña, de letra en español, las más comunes.
¡Y claro! No falta el mexicano que dejó instaladas las luces desde el año pasado y lo único que hará en los próximos días es conectar el cable de para dar paso al espectáculo de luz, movimiento y sonido.
Que, ¿cuánta generación adicional de energía es requerida en la temporada, los daños posibles al planeta, la calidad y riesgos de las luces, los gastos y la basura que esto produce? Eso no importa. Es la iluminación de la Navidad.