Llegó la primera quincena de agosto que para algunos es bendita y para otros maldita. Bendita porque ya nos la veíamos negras sin dinero y maldita porque a quienes deben comprar útiles escolares no les va a alcanzar.
Sí. La mayor parte de las dos quincenas de agosto se destinan por los padres a surtir la lista de útiles escolares pues el regreso a clases obliga.
Para quienes reciclan las hojas limpias de los cuadernos viejos, reutilizan colores, lápices y sacapuntas del ciclo escolar pasado el gasto será menor pues lo que se pide y ocupa en la escuela cuesta y caro. Y a mayor grado escolar, más cosas hay que comprar.
Y aunque la Secretaría de Educación haga pública una lista oficial de útiles, las escuelas, maestros e hijos piden más. Incluso de marcas y formas. Que si la mochila, la bolsa donde irán los lápices, los borradores y el material para manualidades.
¡Ah! Y que no se nos olvide las cooperaciones o cuotas que se siguen pagando con todo y que estén prohibidas, los uniformes y zapatos si ya dieron de sí.
La vuelta a clases es en una semana. La bendita quincena ya esta aquí pero la muy maldita no será suficiente.