El Servicio Metereológico lo anunció y finalmente la lluvia cayó sobre Toluca ayer miércoles. Y de verdad que cientos de habitantes de Toluca la deseábamos urgentemente pues es una manera directa y efectiva de reducir la contaminación en la ciudad.
La época de sequía empezó en diciembre pasado, junto con el invierno, y la nata de gris de contaminantes ha estado visible los últimos días en la ciudad a la espera de que algo suceda y la haga desaparecer.
Esto lo logró la lluvia de ayer pero, ¿hasta cuándo haremos conciencia habitantes, gobiernos, empresas y organizaciones no gubernamentales a por poner límites al uso de vehículos, a generar menos basura en las actividades diarias y a dejar de explotar los recursos naturales con menos árboles y más casas?
La contaminación del 23 al 26 de diciembre fue mala o extremadamente mala en todos los puntos de medición de Toluca. Ayer mismo, rebasamos la norma de calidad en las zonas Norte y Sur, según los reportes de la Red Automática de Monitoreo Atmosférico.
¿Es necesario esperar a que se cumplan los pronósticos del metereológico para que desaparezca la contaminación?, ¿nos es suficiente con que la lluvia aparte la nata gris de partículas menores a diez micras?