Las lluvias de la temporada además de tener a los municipios del Valle de Toluca con baches en sus calles, han provocado agujeros o desniveles en el pavimento de las carreteras.
Sin embargo, por tratarse de empresas privadas las que operan tramos como el tramo Atlacomulco-Toluca, no hay autoridad que le exija cumplir con un servicio óptimo a los usuarios. A más de que los empleados de la propia autopista realizan reportes de fallas y quejas a los propietarios de la concesión pero estos no las atienden.
Es sabido de los conductores que los baches causan daños de la suspensión y la dirección de los automóviles y desde luego de las llantas. Pero a los empresarios parece que lo único que les interesa es no dejar se cobrar.
Asimismo, el seguro del usuario por transitar por una autopista cubre daños por accidentes entre vehículos pero no a autos en particular por las condiciones en que de encuentran las carreteras. Ya es hora por tanto de hacer que las empresas cumplan en todos aspectos por el servicio que cobran y caro.