Transcurrió una semana de vacaciones pero la información noticiosa sigue su curso. Esta vez son el arranque a las campañas a la presidencia de la república las que han venido ocupando las primeras planas de los medios impresos, los resúmenes de noticias de los medios electrónicos y las páginas de inicio de los sitios en internet.
Sin embargo, de última hora, es el presidente estadunidense, Donald Trump, el que empieza a ocupar los titulares para dirigirse de nuevo a México y lanzar otra amenaza. Esta vez, que nuestro país debe contener la migración y droga a Estados Unidos o detendrá el Tratado de Libre Comercio.
Si bien no es mala la idea de Trump en términos de Migración, pues la población que parte de un país a otro es en busca de mejores oportunidades de vida, en el tema de la droga, el propio Departamento de Seguridad de Estados Unidos ha reconocido que existe corrupción entre miembros de sus fuerzas federales con cárteles mexicanos.
Dicho entonces, ¿de quién es la responsabilidad directa de frenar el ingreso de drogas a Estados Unidos?
Donald Trump tiene al enemigo en casa. Lo ignora por conveniencia. Más aún cuando es la mayor parte del problema de la droga: el mayor mercado de consumidores en el mundo.
