Como las autoridades han sido incompetentes en procurar un servicio digno de transporte público a los habitantes del estado de México, un grupo de ciudadanos, estudiantes, decidieron pasar de la resignación a la acción con una propuesta para que, en la entidad, circulen taxis de lujo, a los que se tiene acceso desde internet, a partir de esta semana.
Independientemente del éxito o fracaso que este proyecto tenga, las autoridades, Secretaría de Movilidad y anexas, están obligadas a ofrecer soluciones de fondo tanto en materia de taxis, con los llamados tolerados o irregulares, y en el transporte urbano de pasajeros.
El rápido crecimiento de las ciudades, su falta de planificación y desorganización han constituido un problema creciente en desplazamiento y progresivo en impacto de la vida en común.
No se trata solamente de sumarse al proyecto estudiantil y como en otras ocasiones, decir que el orden en el transporte es difícil y lleva tiempo o que el transporte sustentable es caro pues se tienen las facultades jurídicas y el presupuesto para hacerlo.
Si la ciudadanía opta por comprarse un carro, prefiere pagar un taxi que el camión y ahora se dispone a rentar el servicio de un taxi de lujo es por dos carencias: se carece de un sistema de transporte digno y de una política pública a largo plazo que incentive más el uso del transporte público.