Para nadie es una sorpresa el crecimiento desmedido de vehículos en Toluca al mismo tiempo que la incapacidad de las autoridades para vigilar, organizar y agilizar el tráfico.
Sin embargo, este problema lo podemos ver desde una dimensión más amplia: el 30 por ciento de la población mexicana se está concentrando en siete estados, empezando por el estado de México.
Esto ha dado cabida al surgimiento de la Megalópolis de este país conformada por 173 municipios mexiquenses, 29 municipios de Puebla, 37 de Tlaxcala y 16 municipios de cada uno de los estados de Morelos, Hidalgo y la Ciudad de México.
Entre esas poblaciones habitan 37 millones de personas de las cuales una de cada cinco cuenta con auto particular. A esa millonada de carros propios sumémosle los miles de camiones del transporte público de pasajeros, el transporte foráneo, el transporte de carga, las motocicletas, la bicicletas y similares.
El tráfico vehicular de Toluca es mucho más grande de lo que a diario vemos y vivimos; es un problema conjunto y estructural. Lo más preocupante es que las autoridades en lugar de pensar en resolverlo simplemente le rehuyen como quien teme a la dificultad o al conflicto.
