Los senadores de la república atendieron a la frase: «Más vale pedir perdón que pedir permiso» en el tema del gasolinazo, aunque no exactamente nos ofrecieron una disculpa a los mexicanos. Solamente dijeron que se equivocaron al dar su autorización.
No pidieron permiso y se les vino México encima con todo y que aún se diga que el alza de la gasolina solo afectará a los que tienen auto o lo que es lo mismo, una minoría de mexicanos.
El aumento a la gasolina repercute directamente en el transporte particular y público, en el auotransporte de pasajeros foráneo y de carga; esto implica mayores costos de traslados y quienes pagan el nuevo precio son los consumidores finales: tú y yo. Como muestra los taxistas colectivos que circulan entre Toluca y municipios conurbados ya se dejaron ver pidiendo de tres a cinco pesos más por viaje.
Hay señores senadores: ustedes son de los que no miden las consecuencias; de los que poco piensan y se equivocan mucho. Al menos reconociero su error, aunque habrá que ver si aprendieron de él.
